jueves, 13 de noviembre de 2008

"Todo es música y razón"

Agustín Dimas López Guevara (Ciego de Ávila 25-3-53) Poeta y Narrador Graduado de la Escuela Nacional de Instructores de Arte en la especialidad de Artes Dramáticas. Fundador del Teatro “Pinos Nuevos” en la Isla de la Juventud. Cursó adiestramiento cultural en el Instituto de Artes de Moscú. Estrenó en 1984 su obra El grito en el cielo, y fue presentada en todas las provincias del país. Miembro de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba. Ha obtenido premios Mangle Rojo en los géneros de Cuento y Teatro, así como menciones Nacionales en los Encuentros de Talleres Literarios. Cuentos suyos han sido publicados en la Revista Signos. Tiene en proceso editorial el libro Décimas por decir. Se desempeña como Productor de espectáculos musicales en la Agencia Artística Clave Cubana. Ha realizado giras Artísticas por Nicaragua, Italia, Francia, España, Japón, Emiratos Árabes Unidos, Mónaco. Ostenta la Distinción Majadahonda concedida por la Presidencia de La UNEAC, y la Medalla Raúl Gómez García del Sindicato Nacional de la Cultura.








“La música es más bella que la poesía porque las notas son menos limitadas que las rimas., la nota tiene el sonido, y el eco grave, y el eco lánguido con que se pierde en el espacio., el verso es uno, es seco, es solo: alma comprimida, forma implacable, ritmo tenacísimo…”

José Martí





DESDE LO CUBANO
Todo es música y razón en esta Cuba sonera, nos dice Agustín López desde el verso martiano con que titula su valioso decimario, síntesis de dos rasgos esenciales de la cubanidad: la décima espinela y «el arte de bien combinar los sonidos».
Sí, a la Isla, que ha recorrido el mundo, desde la segunda mitad del siglo XIX, gracias a su creación musical toda —con su riqueza variopinta en un pentagrama inigualable no sólo en la región—, esa amplia porción de humanidad le ha otorgado un bien ganado lugar por ello mismo.
Una constelación de compositores y vocalistas de diversos géneros y generaciones han diseminado, de entonces acá, el aire cantabile e instrumental con que han llenado y llenan conciertos y descargas, bailes y fiestas multitudinarias en teatros y plazas, salas y estadios de cientos de ciudades y pueblos.
Con décimas que bebieron ya en la cuna la savia más pura del repentismo (de donde le viene la ascendencia hispana, tan fuerte en su Ciego de Ávila natal, combinada con el influjo africano, no menos definitorio en su zona), el poeta homenajea, con la estrofa del pueblo cubano y en un delicioso despliegue imaginero, a diversas figuras de ese acontecer, acaso como recordándonos nombres imprescindibles (Benny Moré, Joseíto Fernández y tantos otros) que, músicos populares de genio impar, también improvisaban, en una suerte de toma y daca inigualable, fusionando de tal manera las dos ricas vertientes que ofrecen, desde lo cubano, una envidiable profusión de talentos.
Este decimario llega, con su frescura y su gracia, otorgadas por su talentoso autor (quien, conocedor a fondo del tema, se desempeña como productor musical desde muchos años atrás), para sedimentar aún más esas dos ricas aristas de nuestra cultura: la décima y la música. Por ello, y por su calidad, le auguro un éxito sin precedentes en la poesía cubana contemporánea.





WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ
Ciudad, 14 de junio del 2006.










Dedicatoria:

A mis padres, porque son
la suerte de mi existencia.
A Moraima, mi concienc
A Edgar, mi corazón.









Georgia (La Anacaona)

De qué modo puedo darte
gracias en verso rimado
por el placer que has brindado
con tu elegancia y tu arte.
Vas entregando tu parte,
por rescatar la memoria
de Anacaona, una Gloria:
musical renovación
compases del corazón
la hacen latir en su historia.




Simonet

De Camagüey salió un día
para instalarse en La Habana:
atrás quedó la sabana
de su lisa geografía,
pero trajo la armonía
oculta dentro del piano
y al roce de cada mano
el diapasón vibra y crece,
porque el bailador merece
el sabor de lo cubano.




II

Así de simple y de llano,
sin grandes complicaciones,
va creando las canciones
mientras acaricia el piano.
Y como buen artesano,
arregla cada instrumento
y luego le ofrece al viento
sello en musical derroche,
para que baile la noche
con ritmo en su movimiento.






David

La Ritmo, que fue tu escuela,
para estrenar tu Violín,
fue el principio y nunca el fin
para el músico que vuela.
Despegaste de tu suela,
como una levitación:
La Timba se hizo canción,
desenfado Charanguero
espectáculo cimero
de musical creación.








El Tosco

Señor José Luís Cortés,
conocido por El Tosco,
hablo de él porque conozco
el gran músico que es.
Su pluma marca un después,
cuando irrumpe con su Banda:
arregla, compone y anda,
con la síncopa encendida,
dándole canto a la vida,
con NG, la que manda.



II
El pentagrama se agranda
cuando en la flauta improvisa
y va imponiendo en la prisa
sus notas en cada tanda.
Hace silencio su banda
para que su genio fluya,
llega el sonido que arrulla,
en la armonía se adentra:
donde la musa lo encuentra
con esa pasión tan suya.








Juan Formell

Para hablar de Juan Formell
te presento a Los Van Van,
donde sus notas están
sonando siempre con él.
Con ese sonido fiel
de trombones y violines,
y en atinados afines
suena la Cabeza mala,
como un disparo, una bala
hasta que el baile termines.



II

Y si alguno lo define
con una expresión sencilla,
puede encontrar la semilla
con música que germine.
Más cuando el siglo termine
su música sigue el viaje,
porque no habrá quien ataje
del pueblo su inspiración,
su motivo, su canción
el medidor de voltaje.







Pedro Izquierdo (Pello)
Pello con el Afrokán
sacó el tambor de paseo,
mostrándolo en el Liceo
a donde los grandes van.
Pello, como Gran Sultán,
hizo con cueros un dique
y a ritmo de Mozambique,
con las mulatas del coro,
alcanzó el brillo del oro
entre trombón y repique.


Lázaro Ross

Lázaro, tu voz divina,
inspiración de los santos
que llevó el rito en sus cantos
y su canto no termina.
Porque surgió de genuina
dote de Rumba y solar,
con Yemayá desde el mar
dándole notas de cobo,
mientras del monte de jobo
Changó lo invitó a cantar.





II

Así recorrió el altar
del templo de los Yoruba,
para que el muerto le suba
en lengua por descifrar
una canción para amar
con frases en Lucumí.
Mientras Lázaro está ahí
en el toque hecho jolgorio
cantando su repertorio
para complacerte a ti.


Adalberto(El Caballero del Son)

Adalberto, en su misión,
fundó un día allá en Santiago
a Son 14, fue un mago
en musical creación.
De modo que le dio al Son,
lo que el son necesitaba,
Enramada lo miraba
irse hasta Bayamo en coche
y no durmió más la noche:
la noche con él cantaba.


II

Nuevamente otra escalada,
en La Habana donde antes
iluminó con brillantes
maestros su musa alada.
Ya El Son de la madrugada
desvelaba a bailadores.
Soneros y trovadores,
lo nombraron con razón:
El Caballero del Son,
un título a sus valores.



Silvio

Vino desde San Antonio
cuando la Era entró en parto
pero trajo de su cuarto
la guitarra en matrimonio.
Dio al ICAIC su testimonio
con la experimentación
y se aferró a su razón
para desatar amarra,
afinando la guitarra
con fibras del corazón.



II

Pero Silvio en su tesón
soltó sus versos punzantes
para curar sin calmantes
el desangrado corazón.
Cantó con Van Van el son,
elevó su obra hasta el cielo,
despojó del rostro el velo
de la trova adormecida,
y su guitarra encendida
siguió cantando su anhelo.



Celeste (Para Alejandro Ronda)

Celeste Mendoza fue,
no porque lo diga yo,
La Reina del Guaguancó
así con todo su aché.
La dueña del cabaré,
cuando a la pista salía,
le brotaba Cubanía
con desenfado de Rumba,
mandaba a callar la tumba
y la tumba obedecía.



II
Qué magia la poseía
cuando al canto se entregaba,
la saya larga se alzaba,
y con sana picardía
marcaba el compás, ponía
ese acento de rumbera,
y la rumba entonces era
Celeste con un turbante,
irónica, desafiante,
como si el santo le diera.



Frank Emilio

Frank Emilio, ¡qué emoción.!
Lo conocí en el noventa
y su encuentro me alimenta
la bondad del corazón.
El músico sin visión
supo ver en la armonía,
que su piano le ofrecía,
no pudo dejarlo atrás
y sacó notas de Jazz
con Latina cubania




II

Cuando la musicología
investigue bien su obra
tendrá material de sobra,
para hacer su biografía.
Con esta décima mía,
evoco su afecto humano,
con su pianísima mano,
ofreciendo la amistad.
Y la muerte, con impiedad
quiso alejarlo del piano.



Enrique Jorrín.

En este eterno trajín
del músico por crear,
el Cha, Cha, Cha echó a andar
con el sello de Jorrín.
El bailador tuvo al fin,
el paso que competía,
por el ritmo que ponía
el zapato en el salón:
marcando sin variación
el Cha Cha Cha como guía.


II

El género se imponía
como se impuso el Danzón.,
así Lay con La Aragón
también lo cultivaría,
porque Egües ya quería
estrenar El Bodeguero.
Aunque Jorrín fue el primero
La Aragón no quedó atrás
y su baile (Chas, Chas, Chas)
hoy recorre el mundo entero.


Embale

Carlos Embale tenía
el sello del Gran Sonero
como Cuní, verdadero
de gracia y de simpatía.
Desde Piñeiro traía
el tono justo del son,
salpicado por el ron,
para la voz redimirse
y junto con el canto irse
a mostrar su afinación.


II

Nos queda la grabación
del repertorio de ayer:
para aquel, que quiera ser,
sonero de corazón,
tiene que aprender del Son
que Embale en su canto deja,
porque el tiempo nunca ceja,
se empeña en borrar su paso,
pero no podrá el ocaso
borrar su voz, nunca vieja.



Carlos Alfonso (Ancestros)
(Para mi hermano, Jorge Arranz)

Carlos Alfonso sazona
el Rock con puro folclor
dándole un toque mayor
al batá que se emociona
y cuando su voz entona
evocando a un bravo Oricha
el bajo se le encapricha
con un grave para Oyá
entra Ele, y Yemayá
empieza a cantar de dicha.



Chucho

Chucho Valdés, maestría
que implantó con Irakere:
la música que no muere
por su premiada valía.
El registro de armonía,
que Chucho busca en el piano,
le va llenando la mano
de acordes por descifrar,
pone a la gente a soñar
con lo divino y lo humano.



II

El músico soberano,
es de todos desde Cuba,
sin que la fama le suba
como el humo del habano.
Crea como un gran decano,
con un cuarteto rotundo:
un sonido que profundo,
va al infinito del alma,
como sembrando una palma
de música para el mundo.




Migdalia

La Migdalia Hechavarría
canta con estilo y arte,
entregando en cada parte
su voz a la melodía.
Esta cantante que un día,
Santiago la vio nacer,
sin duda ha llegado a ser,
una estrella con su canto
y en el altar de su Santo
la gloria la va a poner.

II

Porque ella ha sabido ser
Reina del Son y el Bolero,
que con pasión y el esmero
se entrega a más no poder.
Si le canta a la mujer,
le saca el alma a pasear,
para que pueda bailar,
guaracha, bolero y sones:
Por esas y otras razones,
habrá que hacerle un altar.





Revé

Elio Revé en el Timbal,
las baquetas en la mano,
iba al proscenio liviano
a saludar muy puntual.
Terminado ese ritual
arrancaba el Charangón,
como bala de cañón
sonaba la Orquesta entera,
para que Revé sintiera
estallar el corazón.

II

Iba del Changüí hasta el Son,
con un sello que perdura,
porque cada partitura
se la dictó el corazón.
Su orquesta fue ese fogón,
encendido con su llama,
y prestó su pentagrama
a tantos músicos nuestros,
que llegaron a Maestros,
hasta premiarlos la fama.





Pacho Alonso

Pacho con Los Modernistas,
se lanzó al mundo del canto
y despegó tanto, tanto,
que conquistó nuevas pistas.
Fue noticia en las revistas,
la radio y televisión,
toda una revelación
cantando con Los Bocucos,
luego fueron Los Pachuchos
en la cima de El Pilón.


II

El bolero, su pasión,
para elevarse hasta el cielo:
con Niebla del riachuelo
hizo hablar al corazón.
Pacho sigue en la emoción
multiplicada en Pachito,
que está conservando el mito
vivo, de su padre artista
su orquesta le abre optimista
las puertas para ese rito.




Polo

Como Guajiro, Cantante,
llegó Polo Montañés,
para alumbrarnos tal vez
como estrella rutilante.
La muerte, en su desafiante
empeño por mutilar,
jamás podrá silenciar
al cantante sin escuela.,
porque su canto ya vuela
desde la sierra hasta el mar.


II
De modo que supo dar,
ternura con sencillez,
porque cada canción es
la luz para vislumbrar
las lágrimas sin llorar,
del músico sin atril
que pintó el cielo de añil,
y bajó un montón de estrellas,
para cubrirse con ellas
en las puertas del dos mil.







Ignacio Villa (Bola de Nieve)
Para Waldo González López.

¿Pasión, fue Bola de Nieve?
¿En el teclado un poeta?
Su voz grave, voz inquieta
que en el recuerdo me llueve.
Como un delirio se mueve
al piano blanco sentado,
misterio que se ha quedado
intacto en el Monseñor:
evocación al amor
del eterno apasionado.


Pablo

La trova contigo halló,
un cauce, en nuevo torrente:
con tu verbo diferente
la canción se enalteció.
Tu voz la multiplicó,
con ese acento que anda,
recordándome a Yolanda
para evocar la ternura,
donde el amor siempre dura,
con esa ternura blanda.




II

Y cuando el alma se expanda
al horizonte infinito,
en el cielo se hará un rito
para llorar por Yolanda.
Como tu talento manda
a que cante tus canciones,
sigue dándome ilusiones ,
para llegar a tu altura,
suéltame cada atadura
para oír Proposiciones.




Matamoros

Es el Trío Matamoros
con Cueto, Miguel y Ciro,
el pentagrama que miro
por los tres lados sonoros.
Miguel nos dejó tesoros
de poéticas creaciones,
guarachas, boleros, sones,
y paradoja que alegra
como una lágrima negra
goteando en los corazones.


II

Multiplicar sus canciones
no ha sido un intento vano
para cantar por el llano,
la loma, por los salones:
tomar en el bar tres rones,
cual bebedor elegante,
brindar por cada integrante
del trío de Matamoros,
todos en el bar a coros:
¿de dónde son los Cantantes?




Benny

Cuentan que allá por Cienfuegos,
en el poblado de Lajas,
hizo música en las cajas
de sus guitarras de fuegos.
Ese prodigio sin egos
se llamó Benny Moré.
De su pueblo salió a pie,
con un pentagrama ausente
y guitarra solamente,
cuando era Bartolomé.



II

Al paso del tiempo sé
que es un acervo su obra
donde cada nota cobra
melodía que escuché.
Con sus boleros lloré,
casi con el alma herida
por la ausencia, la partida
de aquel amor juvenil
que sigue vivo y sutil
al escucharte en ¡ Oh vida!.



III
Así de simple paisano
creció su genio a la gloria
y en la rueda de la historia,
con su batuta en la mano,
como un símbolo cubano
se hizo eterno surtidor.
Porque música y sabor
nos legó el Benny More,
este Lajero que fue
nuestro Sonero, el Mejor.





Compay Segundo

Don Francisco Repilado,
conocido por Compay,
puso el nombre donde hay
un requinto que ha inventado.
Compositor atinado,
de tradición trovadora:
amaneció con la aurora
musical de su terruño,
y pulseando con el puño
su música dio la hora.


II

Sin demora va su tren
de Alto Songo a Mayarí,
no termina el viaje ahí
dice adiós desde otro anden,
casi llegando a los cien.
Hizo su viaje de ida,
travesura en su partida
del bardo con su requinto
y de añoranzas lo pinto
inmortal en su otra vida.



Rita Montaner

En el recuerdo de ayer,
a la Diva doy la cita
para que aparezca Rita,
Doña Rita Montaner.
Talento que vino a ser
La Única por su estilo,
con un ingenio de filo,
para el canto y la actuación,
mulata de corazón
con ese rostro del Nilo.



II
Tranquilo quiero escuchar
cuando canta Mama Inés,
porque se me van los pies
y el alma quiere bailar.
Ahora no puedo parar,
la escucho en El manisero,
me erizo de cuerpo entero
cuando la miro en el cine:
aplaudo su justo afine
bajo la luz de un lucero.



César

César Portillo, tu Luz,
te acompaña el apellido,
pero más luz has tenido
que el resplandor de una cruz.
Como un proverbio andaluz,
que se me perdió en la infancia,
quisiera encontrar con ansia
dónde está tu amada fiel
¿en esa luna de miel
contigo allá en la Distancia?


II
Ya sé que se escucha en Francia,
New York, Berlin y Hong Kong,
porque el Filing es canción,
vestida con tu elegancia:
si llegaste a esa Distancia,
¿dónde no podrás llegar?
Si aparece otro lugar,
lejos, en otro planeta,
te conviertes en cometa
con tus luz para alumbrar.










José Antonio Méndez (El King)

Cada día en cualquier banco,
del campo o de la ciudad,
tu novia, toda ansiedad
estrenará su amor franco.
Mientras, en El Pico Blanco,
tu voz ronca y tu guitarra,
en cada noche de farra,
no es una ausencia sin fondo:
como llegaste tan hondo,
sigues cantando en su barra.


Corona

Hoy amanecí contento
pensando en Manuel Corona,
porque su canto sazona
melodía y sentimiento.
Mira que ha soplado el viento
y Longina sigue igual,
Corona la hizo inmortal,
tan argentada, tan suave
que dentro del pecho cave
para curarme del mal.







A Sindo(Parábola con La Bayamesa)

Sindo con La Bayamesa,
hizo un himno su canción,
porque le dio al corazón
de la mujer entereza.
Con entrañable belleza
la colocó en un altar,
como una concha de mar
que dentro guarda la perla
supo nombrarla y ponerla
en el combate a brillar.


II
Cuánta virtud supo ver
oculta en el pecho de ella,
con ese brillo de estrella,
que sale al anochecer.
Paradigma viene a ser
La Bayamesa por tanto,
que se desprendió del manto,
tal doncella adormecida
para pelear por la vida
si agreden su suelo santo.





Omara

La Diva Omara Portuondo,
que más que Diva es Divina,
porque cuando canta afina
su voz adentro, en lo hondo.
Ella que surgió del fondo
de aquel cuarteto vocal,
salió a la pista triunfal
impulsada por su estilo,
y el público quedó en vilo
con la miel de su panal.


II

Llega Omara y se revela
imborrable en la canción,
con esa sutil pasión,
amorosa sigue en vela.
Aunque el corazón te duela,
pide el público que sigas,
y en catarsis que le digas
esa canción hecha llanto
para darle vidas en canto
nostálgico con Amigas.








Miguelito Valdés

Con Miguelito Valdés
cantando con el Casino,
el folclor hizo camino
con el Babalú Ayé .
Interpretación que fue,
heredada de su santo,
y cuando puso en su canto
la dejó en el más allá:
como el Bruca Maniguá
que el bailador bailó tanto.


Décima con Sentimiento (Para Elena)

Elena Burke se fue,
salió volando de El Gato,
para descender al rato
como aroma de café.
En el Bolero se ve
ahuyentando el sufrimiento,
en las ráfagas del viento,
llega al ambiente sonoro:
es el resplandor del oro
La Señora Sentimiento.





II

Respira, toma el aliento
canta su voz afinada,
y hace parada o sentada
su entrega, su acercamiento:
¿espejismo,? ¿encantamiento?
¿Qué sentir nos deja Elena?,
¿el sentimiento, la pena?
Esta ausencia sin permiso,
concierto en el paraíso
a donde llegas por buena.



Celina y Reutilio

Por un trillo de la loma,
vienen Celina y Reutilio,
con las tonadas de auxilio,
del canto, con otro aroma.
El punto cubano asoma:
Changó bailando con tres,
fusión criolla que es
la mezcla del gran ajiaco:
todos en el mismo saco,
con otro ritmo en los pies.


II

Así conquistó después
con sus cantos otras tierras,
Colombia, valles y sierras
la casaron con el tres.
Hace ancha la estrechez,
cuando a la virgen le canta:
Santa Bárbara levanta
la espada que es de Changó
y el tres le pide al bongó
que acompañe su garganta.


Para Los Vitier

Van Sergio y José María
con sus guitarras y pianos,
componiendo a las dos manos,
cada cual su melodía.
Cuando unen su armonía,
el genio sube con ellos
y en ese mar de resuellos,
pleno de acordes sonando,
van los orichas dejando
clásicamente destellos.




II

¿Qué magia, qué fiesta es ésa?
Tanta gracia en el convite,
partituras de una suite,
en fuga por la sorpresa.
Todo cabe en una pieza,
lo culto, lo popular
cada uno sabe armar
ese universo sonro,
buena música que añoro
para escuchar y soñar.


Rosita

Doña Rosita Fornés,
te quiero rebautizar.,
para poderte nombrar:
tu nombre vedette no es.
Tú, la gracia hoy, después
y tu brillo en las zarzuelas,
simpatía que revelas
en teatro, T.V y cine
y si un verbo te define,
con el verso vas y vuelas.





II

Tú, que abriste una escuela
con el canto, la actuación
y el baile, digo pasión:
todo unido por tu estela.
Tengo los ojos en vela
hace tiempo para ver
qué otra artista pueda hacer
lo que tú has hecho, Rosita:
esencia, fuente infinita,
del arte para aprender.



El Guayabero (Faustino Oramas)

Tienes la gracia , Faustino,
del doble sentido a tono:
cuando te escucho, razono
por los senderos del tino.
Trovador en el camino,
haciendo cantos de prisa,
con esa llama que atiza,
haces más grata esta escala,
antes que llegue la pala
con tierra a cubrir la risa.




II

El humor es tu divisa:
la guaracha has sazonado,
para llevar al mercado
más grande de la sonrisa.
Aire puro de esa brisa,
que tal vez Ñico Saquito
te enseñó bien pequeñito
en La loma de la Cruz,
para prestarte su luz,
y hacer con la risa un rito.


Pancho Amat

Pancho Amat, con Mangüaré
usó el cuatro y el charango,
en la cueca , el huapango,
pero con el son, el tres.
Cuando de Güira se fue,
punteando con la pajuela,
anduvo buscando escuela
en las seis cuerdas de Arsenio,
y llegó al nuevo Milenio
montado en un tres que vuela.




II

Me exprimo en esta espinela
al máximo la memoria
por Isaac Oviedo, gloria
de profesor sin escuela.
Que no se apague la vela,
Niño Rivera, ese altar,
seis cuerdas para afinar
con la mano en la clavija
el tono justo que fija
el tres listo y a sonar.


Barbarito Diez (Homenaje al Danzón)

Creó un estilo, tal vez
¿contradictorio?¿inquietante?
Academia de cantante,
firme sin mover los pies,
deja Barbarito Diez,
su voz de cristal, pulida.
Ébano negro, estampida,
de luto deja el salón,
porque la voz del danzón
le dijo adiós a la vida.


II

Supo alcanzar la excelencia
Miguel Faílde, con soltura
Simpsom, brilló en sus alturas
con melodiosa cadencia,
el ritmo que es toda herencia
va Rompiendo la rutina.
Con la Emperatriz Paulina
tuvo corona el Danzón.,
Romeu, tecla y pasión,
con su piano lo ilumina.

III
Irrumpe el danzón camina,
el baile se hace elegancia,
¿llega Una rosa de Francia?
¿ o acaso La Macorina?.
La creación no termina:
Urfé me le pide a Dios,
a Fefita (¿a los dos?)
cantar no resulta extraño
¡qué Maravilla, ese Arcaño
con su flauta hace la voz!



IV

Sigue el Danzón dando fuete,
desde musical matriz
se anima La Emperatriz
a cantar el danzonete
Se adueña sin colorete
del baile en cada salón
y toma tal dimensión
el nuevo ritmo al final,
que en el Baile Nacional
se convirtió mi Danzón.



Leo

Al brazo de su guitarra,
ya no le alcanzan los trastes,
¡Que dulzura en los empastes
de notas que desamarra!
El pentagrama, su barra,
donde prepara el coctel
musical, que va con él,
mezcla de acordes sonoros,
pedestal de los azoros
atrapados en papel.




II

La batuta, que es el fiel,
código puesto en tu mano,
vibrando a la par del piano,
se mueve como un corcel.
La orquesta, su carrusel,
de estreno en la sinfonía,
se eleva Leo a la vía
estelar, a lo infinito…
silencio, después el grito,
aplauso de la alegría.



Lilí Martinez

Marcó Lilí con la mano,
un pentagrama armonioso,
notas sacadas del pozo
musical, desde su piano.
Tumbao que mueve liviano,
invenciones de su estilo:
lima para sacar filo
y enriquecer la armonía,
Lilí marcando la guía
de donde sale ese hilo.



Rubén

Rubén González, estilo
de la flor del Mambo Infierno,
del teclado roce tierno
con sus dedos sacó filo.
No puede quedar tranquilo,
porque su piano lo inquieta,
se casa con la banqueta.,
se va al cielo con el piano,
Buena Vista, sin su mano
le dice adiós a un cometa.


Zenaida Romeu

Viene la Zenaida Castro
de una casta musical,
abeja del colmenal
que trae en su miel el rastro.
La Camerata: su astro,
donde ha puesto tanto empeño,
para hacer despierta un sueño,
escapado del papel,
para que sueñen con él,
libre, sin doma ni dueño.



Joseíto Fernández

Quise un homenaje hacerle
al Rey de la Melodía,
pero al ver que no podía
con ese homenaje verle,
decidí el verso tejerle,
casi con el alma afuera
para encontrar la manera,
de abrir su puerta sin llave,
ese misterio, esa clave:
guajira y Guantanamera.



Teresita Fernández

Cuando le cantas tus cuentos,
sacas la infancia a jugar
con un barquito en el mar,
soplado por cuatro vientos.
Monja en fuga de conventos,
con guitarra y poesía,
juglar de la fantasía,
mira todo lo que has hecho:
este palacio sin techo
para soñar por el día.






II

El Parque Lenin crecía
con tus canciones , soñando.
Ibas el verbo estrenando
con breve filosofía…
El poncho que te cubría,
lo sigo viendo en la Peña
donde todavía te sueña
el niño que sigo siendo.
De esa brasa voy saliendo,
como carbón de la leña


Ángel Díaz

Por el Callejón de usted
verá un Ángel sin angustia
que tiene su Rosa mustia
en un búcaro con sed.
¿Es su novia en la pared.?
soñando abrir el pestillo
cuando aparezca Portillo,
preguntando por el King,
para subirse hasta el ring,
del Filing, los tres con brillo.



Sara

Cabe preguntarle a Sara,
¿si la Victoria es un canto,
o es otro modo de llanto
donde el dolor no repara.?
De qué modo ella se ampara,
con el arte y la razón,
Preludio, digo Girón,
esta herida sin sutura
porque ni el tiempo le cura
las iras al corazón.


Noel (A la memoria de Manuel González Bello)

La perdonaste, Nicola,
pero a ti no te perdono,
esa fuga, este abandono…
¿Cómo me dejaste sola?
Soy tu guitarra, esta ola
hecha espumas en tus playas,
y donde quiera que vayas
mi voz de frágil madera,
encontrará la manera
de llorarte si te callas.





X Alfonso

Resultado de un despeje,
se desprende de su Clon
¿llega su Civilización?
Qué música Equis teje,
para que el barrio no deje
de cantar como le canta
a otra diosa, otra Santa
que un niño lleva por dentro,
Síntesis sale a su encuentro
y el niño se le agiganta.


Amaury (Décima con asonancias)

Si el calendario tuviera
solo un mes, prefiero abril,
para Amaury, en su febril
ansia de atrapar quimera,
tenga siempre primavera,
donde alimentar la vena:
amor roto, Magdalena,
abril que motivos deja,
suspiro, lamento, queja
donde su guitarra suena.


Carlos Puebla

Carlos Puebla, tradición,
compositor de la urgencia,
puebla con la inteligencia,
el timbre suyo en el son.
Canto de aliento, la acción
patriótica que dispara
su canción al Che Guevara,
despedida que es regreso:
la voz dulce de su beso
sembrándolo en Santa Clara.


Cuní

Cierro los ojos si quiero
para verte en mi conciencia
cuando cantas Convergencia
o cantas El carbonero.
Canta, Cuní, que yo espero
el solo de Chappotín,
nota que sube al festín
sin la mano en la sordina,
Chappotín, Cuní, divina
unión musical sin fin.




Arístides Soto (Tata Güines)

Tata Güines con sus manos
le puso nombre a la tumba,
porque su marcha se enrumba
con ritmos afrocubanos.
Llegan sonidos lejanos
que evocan a Chano Pozo,
el Tata sin alborozo
le saca el alma a los cueros
evocando a los rumberos:
Fifti, Fifti está de gozo.



Barreto

El gran Guillermo Barreto,
maestro en la percusión,
compás en el corazón,
hizo del ritmo su reto.
Así se ganó el respeto
de músicos y cantantes:
por sus conceptos brillantes,
del uso de las baquetas
le puso a estudiantes metas
con sus pailas inquietantes.







Merceditas ( Para Miguel Barnet)

Quién dijo pequeña Aché
para nombrar tu estatura,
te levantó la escultura
musical de tu bembé.
Tú, granito de café,
desafiante del espanto,
te elevaste tanto, tanto,
que con tres, dulce y divino
quiere escucharte Quirino
llamándolo con tu canto.


Joseíto González

Rumbavana, no eran vanas
las alturas de su sello:
tu piano le dio el destello
para iluminar a Planas
que cantaba con las ganas
del sonero, amigo fiel.
Cuerdas de acero y de miel
fundidas con la armonía
de esa orquesta que tenía
contigo su timonel.





Muñequitos de Matanzas(A la memoria de Virulilla y Saldiguera)

Qué lenguaje el de los cueros,
qué misteriosa semilla,
hizo crecer Jiribilla
al alma de los Rumberos.
Gorras blancas de sombreros,
con zapatos de dos tonos
y pantalones de conos,
de bombacho, blanco dril,
dándole el toque viril
a los rumberos de tronos.

II

Matanzas, tierra de abonos
para rumberos fecundos,
ancestros, crisol de mundos,
de tambores y de tonos
sonidos que tienen cronos
de africana cubanía
y la genial maestría
de sus toques con los cantos,
hacen bailar a sus santos
la rumba de la alegría.







Armando Romeu

Hizo escuela en Tropicana
como Director de Orquesta,
cada noche era una fiesta
de la música cubana.
El éxito no lo ufana
porque sencillo era Armando,
que pasó el tiempo buscando
notas ocultas del jazz,
para hallar por fin la paz
con una orquesta sonando.



II

Armando Romeu, alcanza
con su música el stand,
maestro de la Jazz Band
donde su pluma se afianza.
los metales, esa alianza
para sus notas inquietas:
saxos, trombones, trompetas,
en una orquesta moderna
donde Romeu se interna
para buscar nuevas metas.







María Teresa

Qué añoranza, qué agonía
dejaste con Veinte Años,
y no encontramos tamaños
para medirte, María.
Trovadora , todavía
sigues cantando tus penas
porque tu ausencia la llenas
con otras voces que cantan,
de modo que te levantan
al pedestal de las buenas.



Mongo Rives

La Isla de la Juventud
ya tiene con Mongo Rives,
música para que arribes
al compás de su laúd.
No hay descanso, ni quietud,
porque de su herencia parte,
para convertir en arte,
el canto y baile Pinero:
Sucu suco, sin lindero,
legas con Mongo a quedarte.



Rubalcaba

¿La Charanga es Rubalcaba?,
¿es un piano con Guillermo?
Armonía, no me duermo
porque el danzón no se acaba.
Eres una eterna lava
musical que siempre aflora,
donde tu estilo elabora
pasajes que al piano sueña
para que suene la leña
que rajó La Ma Teodora.




Pedro Luis Ferrer

Llegas Pedro Luis Ferrer,
con tu verbo y la guitarra
soltándole toda amarra
al canto y al amanecer.
¿La Niña mala al crecer
te sugiere nuevos temas,
otros lenguajes, fonemas…
qué cosa es lo que te dice
para que tu genio ize
las velas por donde remas?






Esther Borja

¿Cuántos años, Damisela,
te dio de vida Lecuona?
La eternidad que funciona
en el canto de tu escuela.
Y como contigo vuela
hecha la canción un hito
quiso convertir en mito,
de la lírica, tu voz,
quizás para estar los dos
unidos al infinito.



Yumurí

¿Moisés Valle? Yumurí,
con hermanos hizo fiesta,
unidos por una orquesta
que sigue sonando y-
dándole a la clave ahí,
justo el tres /dos que reclama:
mientras Yumurí nos llama
con su canto: ¡A guarachar!
y toda Cuba a bailar
el son de su pentagrama.







Juan Carlos (El Loco)

Al salir de La Revé
dicen que ya estaba loco,
que le faltaba muy poco
para tocar con un pie.
Intranquilo se le ve
con Dan Den, da su respuesta
y parte con esa orquesta
que es su piano sobre rieles
para hallar todas las mieles
musicales en la fiesta..



Frank Fernández

El piano es la caja fuerte
que se hace frágil si tocas
porque al rozarlo provocas
el hallazgo de la suerte.
Es el placer para verte,
viajando por el teclado,
Chaikovski resucitado
por tus manos de la parca:
y todo su genio abarca
un repertorio elevado.



II

De modo que te has ganado
un puesto en el pentagrama
porque tu talento es llama
para encender lo apagado.
La música que ha quedado
escrita en notas brillantes,
contradanzas de Cervantes,
Lecuona, clásicos todos,
para encontrarle acomodos
y darle brillos radiantes.


César Pedroso (Pupy)

Pupy estuvo en la leyenda
de Van van, desde su piano,
dijo adiós con una mano
y salió a buscar su senda.
Para que nadie se ofenda
quiso hallar su escalafón:
el timbre en su corazón
con estribillo en los coros,
para brotar por sus poros
ritmos de Los que son son.





Eliades Ochoa

Dicen que Eliades salió
de su tierra santiaguera
para cantar dentro y fuera
que María se pintó.
Así su canto encontró
reconocido homenaje.
La sencillez de su traje,
la guitarra y su sombrero:
la identidad del sonero
con su música en el viaje.


Pío Leyva

De luto queda Morón,
la música está de duelo:
Pío Leyva sube al cielo,
pero nos deja su son.
Guarachas con el sazón
bromista de El mentiroso,
que dio ese toque asombroso
cuando sonaba la orquesta,
para alegrarnos la fiesta
hasta el final, sin reposo.







Edesio

Busca afanoso las notas
de un pentagrama que sueña,
con la música se empeña
vestido de blanco y botas.
Estilo donde tu flotas,
en cada acorde fecundo
pregonan la paz del mundo,
junto a la conga sonora
reloj roto de Pastora,
fusión de sello profundo.


Adolfo Alfonso(Para Volpino Rodríguez)

Adolfo cantaba tangos
y las tonadas guajiras,
para afinarse las liras
poéticas de otros rangos.
De niño escuchó fandangos,
coplas llegadas de España
y en la intrincada maraña
musical donde creció,
la rima con él halló
el brillo que no se empaña.

II

El repentísmo es su hazaña,
versos que brotan al vuelo:
la controversia es un duelo
donde el poeta se amaña.
El canto con rima estaña
y va soldando una idea,
Cuba aplaude y se recrea
con toda su admiración,
y él da a la improvisación
la plena luz de su tea.



Justo Vega (Para Pablo Díaz)

Que elegancia, Justo Vega,
al canto le diste, Justo
para complacer el gusto
con el arte y con tú entrega.
La décima que me llega
a revivirte en tu muerte,
es el modo de tenerte
del punto como puntero:
destellos de tu lucero
dan claridad para verte.




Orlando Valle(Maraca)

Irrumpe en el diapasón
Orlando Valle, Maraca,
pone las notas, les saca,
sonidos de Otra Visión.
Descarga de jazz y son,
tropel sonoro innovado,
que con la flauta has logrado
el puente por donde cruza
la música de tu musa,
rítmica del desenfado.


César López

Hallaste el ensamble justo
con el saxo, tu baluarte,
soliloquio de tu arte,
música de fino gusto.
Vas creciendo en el robusto
lenguaje de tu armonía,
acople de melodía
de ritmos y timbres fundes
y en sismos de notas cundes
tu musical sinfonía.



Pachi Naranjo

Tienes Pachi en Manzanillo
un piano de pedestal,
con un timbre original
a tu estilo dando brillo,
haz desbrozado ese trillo,
para hacer tu carretera,
donde va tu charanguera
orquesta en el largo viaje,
con música de equipaje
para sonar donde quiera.



Bobby Carcassés

Para nombrarte en inglés,
alguno Showman te dijo,
buscándote un acertijo
definitorio tal vez.
Así, Bobby Carcassés,
llega tu ingenio inquietante,
de escalas, fuga al instante
fraseando a la par del piano,
donde te brota lozano,
timbero, tu jazz cantante.




Issac Delgado

Con N.G en las alturas,
Isaac, sus alas despliega
Su canto a las cumbres llega
con probadas sabrosuras.
Profesor de asignaturas:
pretexto donde se alza,
para el cantante que calza
y llega dando la hora:
la imagen por donde aflora
El Chévere de la Salsa.


Trío Taicuba

El Trío Taicuba hizo
(Baz, Heriberto y Cataneo)
la elegancia donde veo
a la trova con su hechizo.
Porque la armonía quiso
darle un sello a la leyenda,
de modo que el pueblo aprenda,
el sentir de los autores:
van cantando los cantores
pasiones en cada ofrenda.


Alejandro García Caturla

Qué cimiento para verte
hecho música, Caturla,
donde tu presencia burla
la rabia que dio tu muerte.
Y de este modo tenerte,
Maestro de Sinfonía:
caudal de la cubanía
fundiste con el folclor,
llama de ese resplandor
nos alumbra todavía.



Arnaldo

Ya tiene su talismán
el mulato acelerao
porque su canto ha pegao
como si fuera un imán.
Sus Lucecitas están
alumbrando hasta Ceballos,
donde la luz de sus rayos
le dan música al terruño,
le pone a su estilo un cuño
con el néctar de los tallos.





Ricardo Leyva

Leyva, tiene en Sur Caribe
música de Credenciales:
melodías con avales,
para que la conga arribe.
Sinfonicamente vive
la corneta con violín,
metales, tambor, festín
en un diapasón de cuero,
añoranza donde quiero
bailar la conga sin fin.


Tito Gómez

Con Vereda tropical
Tito Gómez, fue más Tito
y su canto marcó un hito
con Riverside musical.
Toda la miel del panal,
que endulzó su melodía
le enseñó la geografía
clara de aquella Vereda,
para que su novia pueda
volver si quiere algún día.



Beatriz Márquez

Qué registro el de tu voz,
cristal de murano fino,
para andar por el camino,
musicalísima en pos.
Guitarra, piano, los dos
complementan tu armonía,
para calmar la agonía
juntos, espontáneamente,
dándole vida al ausente
amor con tu melodía.


Homenaje

Marta Valdés, Miriam Ramos,
Argelia Fragoso, Vania,
Osdalgia, Haila, con Tania:
Las cantantes que soñamos,
buscando sus cantos vamos
al encuentro de sus voces.
Cada una con sus poses
de magias sin artificio
le dan más luz al oficio
del canto lleno de goces.








Juana Bacallao

La noche en La Habana tiene
un desenfado con Juana
porque entre canto y jarana
La Bacallao se mantiene.
Ella se engalana y viene,
con su verbo de solar,
manda a su tribu a tocar:
se desplaza improvisando,
entre jugando y cantando,
hace reír y bailar.


José Luis Quintana (Changüito)

Creó una escuela Changüito
con su paila y las baquetas,
estilo con nuevas metas
de timbalero erudito.
Descarga hasta el infinito
con virtuosismo afinado,
y todo el que lo ha escuchado
empecinado en su paila,
el alma le vibra y baila
con el ritmo que ha creado.




Paulo F.G

Cuando salió de Dan Den,
Opus Trece con Joaquín,
le dio a Paulito por fin
los rieles para su tren.
El canto le fue tan bien
que con la Élite en flor,
vibró la pista en calor
para escuchar sus canciones,
y le sobraban razones
a Paulo el sofocador.


Jorge Luis Rojas (Rojitas)

Con Adalberto y su son
Rojitas, lleno de azoro,
canto con su voz de oro
los sones del corazón.
De modo que su sazón,
de pop, trova y poesía,
le puso a su melodía
Evocación del ayer
empezar a componer
del caribe su alegría.



Leonel Limonta

Limonta el compositor,
con cada tema se alegra,
pues ya tiene Azúcar Negra,
con su musical sabor.
Empeñado en su labor
de hacer con letras el canto,
Limonta, sube otro tanto
con cada canción que escribe,
para el bailador que vive
con optimismo y sin llanto.

Miriam Ramos

Si supieras Miriam Ramos:
las penas que a mí me matan,
un torbellino desatan
a la voz de tus reclamos.
En el cielo nos hallamos,
sueño que estoy en el cielo
en un eterno desvelo
por tus ojos, tu sonrisa,
y tu voz viaja en la brisa
que te peina el blanco pelo.




Liuba

El canto se hace dulzura
con cada entrega que das,
subes con talento y más
hasta conquistar la altura.
Suelta toda la atadura
de las tonadas guajiras
y vuelan libre las liras,
como evocando a Ada Elba,
para que la musa vuelva
a verte cuando suspiras.


Roberto Faz

Roberto, con el Conjunto
y la voz inconfundible,
es el sello irrepetible
que puso su nombre junto
a la estela donde apunto:
lo que perdura en el arte.
Llega la muerte a buscarte
tan insolente y tenaz.
¿Te marchas, Roberto Faz…
¿o has muerto para quedarte?



Bárbaro Torres

Cuánto empeño por sacar
notas desde tu laúd,
para alcanzar la virtud
que te acompaña al tocar.
La escuela, que fue tu hogar,
donde te insitó el abuelo
para elevarte del suelo
vibrando con doce cuerdas
y tu infancia la recuerdas
en lo alto de tu vuelo.


Tejedor(Para Idel y Rolo)

José “Cheo” Tejedor
le puso nombre al bolero,
mientras cantaba: “Te espero”
esperando por su amor.
Vagando con su dolor,
porque el amor lo traiciona,
con cada bolero entona
una historia pasional
donde lo triste, al final,
con el llanto se perdona.




Augusto Blanca(A la memoria de Paco Mir)

¿Llegó la trova a buscarte
o hallaste la trova solo?
En qué extremo de este polo
te ubico, Augusto, en qué parte.
Sales de Banes, tu arte
que es el verso hecho canción,
busca un parque, la ocasión
para evocar la glorieta,
donde sueña tu poeta
y canta tu corazón.


David Álvarez
Que sabor le das al son,
David, con juego de manos,
para hacernos más cubanos
con clave en el corazón.
Encontraste la razón
porque tu música llega,
con ese ritmo se entrega
al gusto del bailador,
donde se prueba el sabor
que tu condimento riega.



Gerardo Alfonso

Ha visto Sábanas blancas
La Habana, entre sus balcones
Y es La Habana entre ilusiones
ciudad de sonrisas francas.
Gerardo, al tiempo le arrancas
la piel que todo lo cubre,
y tu guitarra esa ubre,
que con los dedos ordeñas,
misterios por donde sueñas
cuando el canto te descubre.



Mayra Caridad Valdés(Cachita)

Al timbre que hay en tu voz,
¿cuántos matices le das
improvisando en el jazz
para que te escuche Dios?.
En un instante veloz,
suena un arpa en tu garganta:
cada instrumento se espanta,
hacen mutis para oírte
y en el silencio pedirte:
Cántame, Cachita, canta.





Carlos Varela

Por suerte, el televisor
que miraste en la niñez,
te vistió la desnudez
afiebrada de tu amor.
Irrumpes con el verdor,
que le da brillo a tu rama,
y llueve en tu pentagrama
con un lenguaje de nubes:
vuelas a la altura, subes
buscando la luz, la llama.


Vicente Feliú

Me puse a buscar el modo
para elogiarte, Vicente,
hice versos de repente
para unirte con un todo.
Pero no hallé el acomodo
justo para definirte.
Créeme, quise decirte
que tú canción es un rezo,
el ansia presa de un beso
cuando solo debes irte.

Lourdes Torres

Cantante, compositora
de añoranzas y de sueños:
Mujeres libres sin dueños
cuando canta usted señora.
El resplandor de su aurora
da destellos a la hija
y el manto que las cobija
hace de las dos la luz,
la justa unión de una cruz,
como el asa en la vasija.


Lázarito Valdés

Lázarito, en Bamboleo
le dio a la voz femenina
el tono que al piano afina,
como estreno en un liceo.
En un constante recreo,
entre la timba y la salsa,
el coro repite y calza
con estribillo de son,
rompe el molde de cartón
y pone su estilo en alza.






Guajiro Mirabal

Cuántas notas has sacado
de la trompeta, Guajiro.
Cierro los ojos, suspiro
oyendo el solo que has dado.
Con cada mambo, mambeado,
al aire de los metales,
te impones, porque tú sales
con el sonido estelar
que no deja de brillar
con la luz de tus fanales.



Juan Kemell

Kemell, fundó La Barriada
y el toque de su trompeta
le puso a la banda inquieta
una escala en escapada.
Una fuga sincopada
digitando en los pistones.
Acompaña las canciones
desde atrás, sin la sordina,
y el bailador adivina
el barrio de sus razones.



Giraldo Piloto

Llega, Giraldo Piloto,
con Clímax sonando fuerte,
y en cada compás que vierte
arregla un sonido roto.
Allá en el fondo, remoto,
detrás de la batería,
dirige con maestría
este taller que su orquesta,
para encontrar la respuesta
del ritmo que soñaría.


Ibrahím Ferrer

Nos dijo adiós Ibrahím,
se fue sin su canto, el solo,
y El platanal de Bartolo
está llorando este fin.
La muerte siempre en su ruin
empeño aniquilador,
se llevó a este soñador
que con las flores hablaba,
y con el sueño cantaba
junto a Omara, hecho de amor.



Emiliano Salvador

Como una antorcha fugaz,
Emiliano Salvador
nos dejo su resplandor
de un interminable jazz.
Puerto Padre, no está en paz
porque le falta un hermano,
y hasta el más simple cubano
sabrá que al piano le falta
la escala que vibra y salta
por la ausencia de Emiliano.


Juan Antonio Leyva

Con, Arte Vivo de estreno,
Leyva descifra la escala
y con acordes se embala
para brillar en su seno.
Mario Daly, vio lo bueno
en cada obra que hizo.
Bajo tu cabello rizo,
hay canas sobre las sienes,
haces la música y tienes
el premio que el grupo quiso.





Ernán López- Nussa

A la fiesta de los pianos,
no puede faltar Ernán,
porque de luto estarán
si no los tocan sus manos.
Con los acordes tempranos,
le dio riendas al talento,
y encontró el timbre, el acento
sonando en el jazz latino,
dejando abierto el camino
con sus descargas al viento.


Los Zafiros

Ignacio, Miguel, El Chino,
y Eduardo, junto a Galbán,
tocan la gloria y se van
con la gloria a su destino.
Ofelia, es el broche fino,
que adorna la Hermosa Habana.
¿Suena una voz ya lejana?
¿De falsete? y dice Aló,
y en el alma nos dejó
el gemir de una campana.


La Monumental

La Orquesta Monumental
con Rojas prendió el Mechón
y la luz de ese tizón
iluminó el carnaval.
La orquesta tuvo final,
pero su música queda,
presa en el disco, esa rueda
donde se guardó el sonido:
consolación sin olvido
aunque verla ya no pueda.


Cándido Fabré

Cándido, en la Original,
le diste rienda a tu canto
y Manzanillo, por tanto,
te quiso dar un sitial.
Eres sonero triunfal,
que improvisas cuando cantas,
en cada canción levantas
clamores de admiración
charangueando con el son
que sale por tu garganta.




Santiago Feliú

Haz sobrevolado un sueño,
¿Ayer, pasado, mañana?
Sabina, llega a la Habana
buscándote en este empeño.
Para entonces ya eras dueño
de tus cantos, tus canciones,
palpitar de corazones,
declaración de principios
para que el amor sin ripios
llegue a cantar tus razones.


Marta Valdés

El recuerdo por Guzmán,
Bola de Nieve, o los dos,
paradigmas que en tu voz
y tu corazón están.
Tú vas, Marta, donde van
los lirismos de tu canto,
amparada por el manto
de tu guitarra sonora.
Sales y ahuyentas, cantora,
los sinsabores del llanto.



Martha Jean- Claude

Martha, trajiste de Haití,
el eco de sus tambores,
la alegría y los amores
para darles vida aquí.
Se te prolongó en Maisí
tu tierra y tu canto unidos,
y volaron de tus nidos
las tradiciones haitianas,
para sentirse cubanas
junto a tus hijos queridos.


Pablo Menéndez

Pablo, con Mezcla, fundió
la música de sus sueños
y puso buenos empeños
con las notas que escribió.
Así de ese modo halló
en los acordes precisos:
Trova, rock de los hechizos
en su guitarra afinada,
para subir la parada
musical hacia otros pisos.

Raúl Camay

La voz lírica del Moro
salió cantando de Holguín,
para llegar al confín
y dar destellos de oro.
Se fue Camay, dijo un coro,
lamentando su partida.
Fue una nota sostenida
que se escapó de su pecho,
salió veloz por el techo,
como una flecha encendida.


Roberto Carcassés

La nueva generación,
con Interactivo emprende,
el taller donde se enciende
la fragua de su fusión.
Roberto, con más razón,
hace más ancho ese trillo
y el coro de su estribillo
con hip hop a lo cubano,
le tiende un puente, la mano
para que Goce el pepillo.



Pedrito Calvo

Tantos años con Van Van,
Pedrito Calvo, cantaste
que tu presencia dejaste
pegada como un imán.
Unos llegan, otros van
en un andar peregrino.
El canto, que es tu destino,
te acompaña en cada parte
y con la voz y tu arte
haces tu propio camino.



Polito Ibáñez

Mira que los espejismos
nos confunden las pasiones,
las miradas las razones
y ya no somos los mismos.
Pones al canto lirismos
con empeño renovado,
justo Polito, has llegado
para entregarnos la suerte
este placer para verte
con tu canto consagrado.





Buena Fé

Llega Israel con Yoel
el dúo guantanamero:
hay que quitarse el sombrero
por su poética fiel.
La trova, el pop, esa miel
con que endulzan las canciones
abren venas, corazones,
nacen ángeles humanos
y le brotan por cubanos,
con el canto sus razones.



Moncada

Jorge Gómez, con Moncada
le dio a la tribuna el canto,
y la canción se hizo manto
transparente en la alborada.
El grupo, la gran morada,
de músicos y cantantes:
los de hoy y los de antes,
que vuelan con alas nuevas
son los disparos, las pruebas
sonoras de cada instantes.


David Blanco

Sale de Moncada y deja
la trompeta sin sonido.
El grupo que fue su nido
lo aplaude cuando se aleja.
Laborioso cual abeja,
David, se impone en su arte:
el rock, el pop, cada parte
de musical desenfado,
hace bailar y ha creado
su pachanga para darte.



Dámaso Pérez Prado

El Mambo se hizo estrenar
con Pérez Prado, fue moda
y al escucharse fue toda
la sensación al bailar.
Saltó del patio al solar,
del solar a las naciones.
Hizo latir corazones
al compás del estribillo
y sigue sacando brillo
al bailarlo en los salones.





Inocente Iznaga (El Jilguero de Cienfuegos)

Para cantar las tonadas,
Cienfuegos tiene El Jilguero,
que al Punto le dio primero
las claves improvisadas.
Cantando las carcajadas
o El punto Camagüeyano
para hacer el mano a mano
en dúo junto a Martica
donde con gracia salpica
el puro sabor cubano.


Ramón Veloz

Tabaco Verde, canción
que en la vega de tu voz
le diste, Ramón Veloz
lirismo en cada ocasión.
El canto, la gran pasión,
en el Guateque de ley:
ella la reina, tú el rey,
Coralia a tu lado entona
como homenaje a Lecuona
ese inmortal Siboney.



Jesús Orta Ruiz (El indio Nabori)
¡Que bien supiste decir
lo que tu padre no dijo!
¿Qué paradoja, acertijo?
Indio pudiste escribir,
con diez alas para ir
al templo de La Espinela.
Ahí permanece en vela
junto a tu canto, las rimas,
en las altura esas cimas
por donde tu verso vuela.


Electo Silva

La escala en el diapasón
del canto coral en Cuba
hace que tu nombre suba
al podium con El Orfeón.
Orfebre en la afinación
con la orquesta en la garganta:
el coro te mira y canta,
atento te mira el coro
maestro, puntal sonoro
cuando la mano levanta.




Alberto Herrero

La pista, los cenitales
en una cómplice unión,
con tu voz hecha canción
se hace luz cuando tus sales.
Aplaude el público y vales
por ser el rey de la noche
donde tu presencia es broche
que ilumina el Salón Rojo
y el canto. Ese gran antojo
se hace contigo derroche.


Félix Baloy

Si el Son tuviera apellido
se apellidara Baloy,
el elogio que te doy
lo tienes bien merecido.
Con el timbre sostenido
haces inmortal el Son,
privilegio de tu don,
herencia de los soneros
que te abrieron los senderos
con la voz del corazón.


Los Compadres

Toco el recuerdo y me abres
una puerta musical
donde no tiene final
el canto de Los Compadres.
Más que hermanos, son los padres
cantando dichas y anhelo
los hermanos Hierrezuelo
van junto a María Teresa
guitarras, voces, fineza
juntos por el mismo cielo.


Digna Guerra

Con tus manos frente al coro
atas en el aire notas
y armónicamente flotas
para llenarnos de azoro.
La voces, caudal sonoro
de una escala con matices
se nutren cual las raíces
con la sabia que le riegas:
Así te vemos y llegas
para hacernos más felices.






Chanito Isidrón

De niño escuché a Chanito
por aquel radio de pilas
mirando triste las lilas
marchitas de Clavelito.
Y de aquel vaso bendito
donde mi abuela rogaba,
del mismo vaso volaba
en un misterioso vuelo
y descalzo sobre el suelo
junto a Chanito soñaba.


Rolando Montero(El Muso)

El Muso, tiene una musa
que lo acompaña en el canto
para que el dios de su santo
yo guié por donde cruza.
Con ron la garganta azuza
para la voz calentar
y cuando empieza a cantar
el bolero, ya es El Muso
parece que dios lo puso
con el canto en su lugar.


Enrique Álvarez

Suena en la noche un violín
con charanguero sonido
y el do con fa sostenido
hace del baile un festín.
Busca, Enrique, en el confín,
con el arco toca el techo
lo pulsa el brazo derecho
para encontrar la armonía:
Todo es música, alegría
que le brota desde el pecho.



Pedrito Camacho

Pedrito Camacho, quiso
desde niño ser pianista
soñando un piano en la pista
y el sueño tocando hizo.
Pupy, maestro preciso
lo invitó un día a tocar:
Las teclas, sonoro mar,
sus dedos remos inquietos
fueron sorteando los retos
y con El Clan navegar.

Virulo

Virulo, le dio al humor
la música y sus canciones
para alegrar corazones
y espantarnos el dolor.
La risa cual surtidor
persigue insistentemente,
la actuación, el canto un puente
para dialogar cantando
de ese modo cosechando
la sonrisa de la gente.


Kiki Corona

La trova tradicional
revive cuando la entona
para que cante Corona
melodioso y musical.
Se afianza como un puntal
cuando a La Trova da vida
y con canciones convida
a los niños desde el suelo,
en imaginario vuelo
de una ronda en estampida.





Rolo Martinez

Te llega el canto a las venas
con Benny Moré y Cuní,
el son te sale de ahí:
de las raíces más plenas.
Para las fiestas más buenas
si cantas La Ruñidera,
nadie quiere quedar fuera
En casa de Pedro el cojo:
Tu complaces cada antojo
con un sello de primera.



Leo Vera

Con La Charanga, Iraquere,
brilló contigo la pista
para llegar a Solista
del canto que nunca muere.
El público que te quiere,
aprecia tu tesitura
y el alto de tu estatura
ya es el alto de tu canto:
que se ha convertido manto
musical desde la altura.




Raúl Rondón (El Bardo camagüeyano)
Para Armando López Rondón

Te pido el verso prestado
para cantar tus tonadas
amanecer de alboradas
del poeta enamorado.
Vienes Raúl, a mi lado,
tu canto en mi puerta toca,
donde mi padre te evoca
con rimas desde Morón,
a endulzarme el corazón
con un panal en la boca.


II
El tiempo es la copa rota
hecho astillas en las barras
donde sonoras guitarras
rasgan una eterna nota.
Es tu espíritu que flota:
Sigues viviendo en Armando,
como si fueras dictando
un verso sin terminar
para poder descifrar
este misterio cantando.




María Teresa Caturla(Teté)

La pista, ya no es la pista
cuando sale la Teté
a sonar su chequeré
en un pase de revista.
Todos siguen con la vista
esta fiesta del salón,
hecha de rumba y de son,
del canto para alegrar
hasta que llegue a vibrar
la fiesta en el corazón.



Alexander Abreu

Se estremece la trompeta
en la aguda melodía
y tiembla con la armonía
como una novia coqueta.
Alexander, en su meta
le puso nombre al sonido:
Tanto talento ha tenido,
que brilla como cantante
irrumpiendo deslumbrante
con la luz que le ha nacido.


Los Papines

Papín, junto a sus hermanos:
Alfredo, Jesús y Luís,
en la vuelta a su raíz
con el toque de sus manos,
se elevaron a otros planos
con sello de distinción.
La rumba se hizo canción
y la canción se hizo rumba:
Fiesta de canto y de tumba
en cuero de diapasón.

Orlando Laguardia

Cuánto de genio y destreza
hilvanas cuando improvisas,
con las palabras precisas
que guardas en tu cabeza.
Laguardia, pura entereza
que en elogios se deshace,
no quiero que el tiempo pase
y el tiempo sigue pasando
mientras él me va bordando
este canto que le nace.





Clave y Guaguanco

Los rumberos al tocar
La rumba de la corbata
como de toque se trata
hacen bailar el solar.
Saben en el cuero hallar
las voces que guarda el cuero
y en la leña del madero
Amado, su clave afina
La rumba que no termina:
Esa es la rumba que quiero.


Luis Carbonell

El magisterio del canto
del maestro Carbonell
viaja en el piano con el
cubriéndolo con un manto.
Nadie puede decir cuánto
de genio y dedicación
le ha entregado al diapasón
para formar a cantantes
y en sus estampas rumbeantes
hecho un mago en la dicción.






Isolina Carrillo
Aun perfuman tu jardín
Dos Gardenias, Isolina
y ese aroma no termina
porque nunca tendrá fin.
En armonioso festín
la trova viste tus galas
y se escuchan en las salas
los trovadores bisoños
como encendidos retoños
para volar con tus alas.

Pachito Alonso

Pachito, en fa, con su don
se renueva con su empeño
para darle vida a al sueño
de Pacho con su pilón.
La música es su razón
que desde el pecho le agita,
cuando el bailador palpita
cantando sus estribillos
los grandes y los chiquillos
hacen la Habana Chiquita.



Haila

De paso por Bamboleo
irumpe Haila en la escena
y deja la noche plena
de luces donde la veo.
Azúcar Negra, deseo
de ampliarse en el horizonte.
Afinación de sinsonte,
Haila, en su canto despega,
cuando con su orquesta llega
melódica desde el monte.



Elito Reve

Elito, en el Charangón
que hereda al morir su padre,
con cada tema le abre
la puerta a la tradición.
Con virtuosismo y tesón
funde el Changüí con el Son,
Fresquesito punto com,
nos entrega su disquera
Para que baile cualquiera
desde Cuba hasta Japón.



INDICE
1.- Datos biográficos
2.- Cita Martiana
3.- Prólogo
4.- Prólogo
5.- Dedicatoria
6.- Georgia, Simonet
7.- Simonet, David
8.- El Tosco
9.- Juan Formell
10.- Pedro Izquierdo, Lázaro Ross
11.- Lázaro Ross, Adalberto
12.- Adalberto, Silvio
13.- Silvio, Celeste
14.- Celeste, Frank Emilio
15.- Frank Emilio, Enrique Jorrín
16.- Enrique Jorrín, Embale
17.- Embale, Carlos Alfonso
18.- Chucho Valdés
19.- Migdalia Hechavarría
20.- Revé
21.- Pacho Alonso
22.- Polo Montañez
23.- Ignacio Villa, Pablo
24.- Pablo, Matamoros
25.- Matamoros, Benny
26.- Benny
27.- Compay Segundo
28.- Rita Montaner
29.- César Portillo
30.- José Antonio Mendez, Corona
31.- Sindo
32.- Omara
33.- Miguelito Valdés, Décima para Elena
34.- Décima para Elena, Celina y Reutilio
35.- Celina y Reutilio, Para los Vitier
36.- Para Los Vitier, Rosita
37.- Rosita, El Guayabero
38.- El Guayabero, Pancho Amat
39.- Pancho Amat, Barbarito Diez
(Homenaje al Danzón)
40.- Barbarito Diez
41.- Barbarito Diez, Leo
42.- Leo, Lilí Martinez
43.- Rubén, Zenaida Romeu
44.- Joseíto Fdez, Teresita Fernández
45.- Teresita Fernández, Angel Díaz
46.- Sara, Noel
47.- X Alfonso, Amaury
48.- Carlos Puebla, Cuní
49.- Arístides Soto (Tata Gúines), Barreto
50.- Merceditas Valdes Joseíto Fernández
51.- Muñequitos de Matanzas
52.- Armando Romeu
53.- María Teresa, Mongo Rives
54.- Rubalcaba, Pedro Luis Ferer
55.- Esther Borja, Yumurí
56.- Juan Carlos, Frank Fernández
57.- Frank Fernández, César Pedroso
58.- Eliades Ochoa, Pío Leyva
59.- Edesio, Adolfo Alfonso
60.- Adolfo Alfonso, Justo Vega
61.- Orlando Valle(Maraca) César López
62.- Pachi Naranjo, Bobby Carcassés
63.- Isaac Delgado, Trío Taicuba
64.- Alejandro García Caturla, Arnaldo
65.- Ricardo Leyva, Tito Gómez
66.- Beatriz Márquez, Homenaje
67.- JuanaBacallao, José L.Quintana
68.- Paulo F. G, Rojitas
69.- Leonel Limonta, Miriam Ramos
70.- Liuba, Roberto Faz
71.- Bárbaro Torres, Tejedor
72.- Augusto Blanca, David Alvarez
73.- Gerardo Alfonso, Mayra Caridad
74.- Carlos Varela, Vicente Feliú
75.- Lourdes Torres, Lázarito Valdez
76.- Guajiro Mirabal, Juan Kemell.
77.- Giraldo Piloto, Ibrahím Ferrer
78.- Emiliano Salvador, Juan A Leyva
79.- Ernán López –Nussa, Los Zafiros
80.- La Monumental, Cándido Fabré
81.- Santiago Feliú, Marta Valdés
82.- Martha Jean- Claude, Pablo Menéndez
83.- Raúl Camay, Roberto Carcassés
84.- Pedrito Calvo, Polito Ibáñez
85.- Buena Fé, Moncada,
86.- David Blanco, Dámaso Pérez Prado
87.- Inocente Iznaga, Ramón Veloz
88.- Jesús Orta Ruiz, Electo Silva
89.- Alberto Herrero, Félix Baloy
90.- Los Compadres, Digna Guer
91.- Chanito Isidrón,Rolando Montero
92.- Enrique Alvarez, Pedrito Camacho
93.- Virulo, Kiki Corona
94.- Rolo Martinez, Leo Vera
95.- Rául Rondón
96.- M Teresa Caturla (Teté) Alexander
97.- Los Papines, Orlando Laguardi
98.- Clave y guaguanco, Luís carbonell
99.- Isolina Carrillo, Pachito Alonso
100.- Haila, Elito Revèe

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